Detener el Desierto
En el marco del «Día Mundial contra la desertificación» el presidente Piñera participó ayer en una actividad de plantación de Algarrobos, señalando que la iniciativa de Codelco Andina de plantar 1.000 hás. de Algarrobos es «Una verdadera muralla verde que detenga el desierto a las puertas de Santiago», suena bien que duda cabe, pero debemos señalar que esta «muralla» en términos estrictos de superficie es equivalente a un cuadrado de 3,16 kilómetros por lado, claramente insuficiente si se pretende abordar una tarea de tal magnitud como es «detener el avance del desierto», si es una señal de que nuestras autoridades se están comprometiendo con este tema y este es un punto de partida para abordar el tema de manera multidisciplinaria y con seriedad, bienvenida.
El presidente mencionó medidas tales como siembra de nubes y el impulso a las medidas y acciones que permitan la construcción de 156 nuevos embalses, lamentablemente los embalses solo son un paliativo y como botón de muestra (no hay que buscar mucho) veamos los ya existentes, que se encuentran con bajos niveles de agua y sin que se vislumbre la posibilidad de volver a verlos a plena capacidad (sin hablar de los prácticamente secos), ninguna de estas medidas apunta realmente al largo plazo.
Ver noticia al respecto: Avance del desierto en Chile
Por otro lado la «renovación» por 20 años del D.L. 701 de bonificación a las plantaciones forestales, que en el pasado reciente ha significado que miles y miles de hectáreas de bosque nativo hayan sido sacrificadas para establecer plantaciones comerciales, continúa su tramitación legislativa y, como suele suceder, es poco lo que los medios «informan» respecto del tema de fondo en estas discusiones, más preocupados están los medios de los dimes y diretes de nuestros honorables. Si queremos realizar una tarea que sea una VERDADERA contribución a detener el avance del desierto, debemos promover y, eventualmente, bonificar la conservación del bosque nativo como una tarea a nivel país, sobre todo en la zona que va desde desde la V a la X región donde se concentra gran parte de la actividad agrícola de nuestro país y donde reside aproximadamente un 90% de la población. Es conocido el efecto de protección de las cuencas que produce el bosque nativo ya que permite contar con un mayor caudal de agua en verano, y disminuye la erosión en invierno al relentizar el escurrimiento y moderar los procesos erosivos.
Esperemos que las palabras del presidente, que dan cuenta de que realmente le preocupa este tema, sean un punto de partida en la dirección correcta.