¿Araucaria está siendo afectada por lluvia ácida?
¿Podría ser lluvia ácida uno de los factores que están acabando con nuestros bosques de Araucaria?
Nuestros bosques de Araucaria se encuentran en peligro, se estima que más de la mitad de las Araucarias de Chile están afectadas por algún grado de desecamiento, el que comienza desde las puntas de las ramas. Aún no sabemos de que se trata.
Hace unos 30 años los bosques de Europa del este fueron gravemente afectados por lluvia ácida producida principalmente por la actividad industrial de Inglaterra y Alemania ¿Y si termoeléctricas, plantas de celulosa y otras actividades industriales estuviesen acidificando la lluvia en la zona donde se distribuye nuestra Araucaria, es decir entre los volcanes Antuco y Lanín?
Debemos tener presente que la sensibilidad a la lluvia ácida varía entre las especies, por ello es perfectamente posible que Araucaria esté acusando síntomas y otras especies no.
Por otro lado, no necesariamente la acidificación de la lluvia debería ser la «causal directa» del problema, sino simplemente podría volver más vulnerable a la especie frente al ataque de plagas y hongos.
Los polos industriales en Puchuncaví, Santiago y Coronel así como las plantas de celulosa en Constitución, Chillán, Nacimiento, Mininco y Valdivia, bien podrían, a partir de sus emisiones conjuntas, estar emitiendo los gases que posteriormente generan el fenómeno conocido como lluvia ácida, quizá no solo en el territorio de las Araucarias, sino en uno mucho más amplio donde las Araucarias simplemente serían la antena más sensible que acusaría este hecho.
No afirmamos que esto sea así, pero hasta ahora no se está investigando esta posibilidad, o al menos no figura ello en las noticias.
Siendo el azufre uno de los principales componentes de la lluvia ácida, es necesario mencionar que hace pocos días los ministros de medioambiente (un par de días antes de renunciar para asumir como generalísimo de una campaña presidencial), economía y minería se reunieron con el fin de «relajar» la norma que regula las emisiones de azufre, en relación con lo que el Ministerio de Salud había propuesto Léelo aquí. No deja de ser sorprendente verificar una y otra vez que vivimos en un país de mentalidad tan subdesarrollada.