Más bosque nativo, más agua

Copihue (2)

Prorrogar el decreto ley 701 es seguir depredando el bosque nativo y el medioambiente de manera irracional, como ya se ha hecho costumbre en Chile

Excepto en algunos círculos se habla y se sabe poco acerca de la posible prórroga al decreto ley 701 eufemísticamente llamado de «fomento forestal». A mi juicio lo que pretende la industria forestal es que, dado que los grandes paños de terreno ya fueron plantados -hasta donde fué posible y más allá de cualquier consideración- con pino y eucalipto, ahora se prosiga con terrenos de menor superficie que por ello antes no fueron considerados, ocupando el argumento de que los propietarios de estos terrenos tienen derecho a transformarse en «pymes madereras» o algo así. Lee en el siguiente enlace un artículo al respecto  decreto ley 701, lo que se dice

Lo que sucede realmente es que los terrenos donde ha habido plantaciones se han ido agotando y las monstruosas y contaminantes factorías que son las plantas de celulosa deben seguir consumiendo su materia prima para seguir siendo «rentables». Así que los empresarios forestales se preguntan ¿por que no sumar a las plantaciones forestales los terrenos de estos miles de pequeños propietarios y que los subvencione el estado así como antes ya lo hizo antes con las grandes superficies?

Sabemos que el decreto ley 701 significó la destrucción de enormes superficies de bosque nativo que a su vez eran pequeñas muestras de los bosques originales, no cabe duda de que el recurso «Bosque Nativo» se encuentra profundamente degradado, y tampoco podemos poner en duda que ello fué debido a la avidez y falta de visión que llevó a que históricamente fuese irracionalmente explotado, quemado y diezmado. De ello da cuenta la historia como en el siguiente escrito cuando -tras diez años como ingeniero de ferrocarriles en la Araucanía- el ingeniero belga Gustave Verniory renuncia en 1899 a su cargo y emprende el regreso a Europa. El ferrocarril que él mismo ayudó a construir lo lleva de vuelta a Santiago en apenas un día. Sin embargo, la vista de su obra civilizadora lo entristece: «Qué cambios ha habido en diez años entre Temuco y Victoria. Lloro interiormente al atravesar la ex selva virgen donde tanto sufrí pero cuyo esplendor pasado me maravilla todavía. Los grandes árboles que han resistido el incendio están muertos y semicalcinados, pero permanecen en pie. Es una devastación funesta que hará pronto que la Araucanía, antes tan exhuberante, tome el aspecto desnudo y desolado de Chile Central».

Retrocedamos unos pocos años en el tiempo para leer lo siguiente escrito en 1870 por Benjamin Vicuña Mackenna en el diario «El Ferrocarril»: «De todas las necesidades mas urgentes la que exige mayor atención es la reglamentación de los bosques. A esta grave cuestión esta vinculado el porvenir del país. ¿Qué es lo que se está haciendo? nos preguntamos se está incendiando a Chile en nombre de la agricultura. Se está decretando el desierto en el sur a nombre del trigo, así como en el norte se consumió y decretó a nombre del cobre».

Aún más atrás en el tiempo tenemos lo siguiente:
«Sociedad Nacional de Agricultura»: Memoria Económico Legal sobre los bosques que la comisión encargada al efecto presenta a la sección de policía rural y legislación agrícola. Santiago, Chile, 1839″.
«Los montes se han cortado en nuestro país sin número ni tasa, sin orden ni medida… de este eterno azote con que se les ha castigado ¿qué podrá esperarse sino la aridez y la devastación? ¿El aspecto que presentan nuestros campos se parece en algo al que ofrecían cincuenta años atrás?»

Aún antes tenemos lo escrito en 1748 por el padre Felipe Gómez de Vidaurre quien, en su libro titulado “Historia y Geografía Natural y Civil del Reyno de Chile”, señalaba: «El calor proviene de la malísima práctica que se tiene de incendiar los bosques con el fin de ahorrar fatigas en cortarlos para tener tierras nuevas».

Y un extracto de algo más reciente: CONAF, DIRECCION VIII REGION, DEPARTAMENTO TECNICO REGIONAL «CRITERIOS PARA ENFRENTAR LA SUSTITUCION DEL BOSQUE NATIVO» EN LA VIII REGION. CONCEPCION, DICIEMBRE DE 1990
«…En la cordillera de la costa de las regiones VII y VIII, entre 1978 y 1987, se destruyo el 74% del bosque nativo».
Descarga el documento completo en el siguiente enlace: Estudio de Conaf

En base a lo anteriormente expuesto podemos afirmar que Chile ha dilapidado sus recursos forestales, el problema es que no aprendemos y queremos continuar haciendo lo mismo, ¿llegará el momento en que dejemos de destruir? Ante el cambio climático, ante la crisis del agua dulce aún no hemos llegado a un punto de reflexión como sociedad, un punto de inflexión.

Lo que se debe subvencionar es el repoblamiento y manejo utilizando especies nativas, las que empíricamente han demostrado recuperar y proteger los recursos hídricos y el medioambiente como lo demuestran los siguiente estudios llevados a cabo en la Región de los Ríos

Estudio Agua y Bosque Nativo

Estudio reconversión a Bosque Nativo

Autoridades y académicos saben que continuar bonificando las plantaciones con especies exóticas es perpetuar el error y así lo han dicho, lo puedes leer en el siguiente enlace: La opinión de los especialistas

Ojalá que alguien responsable tome cartas en esto, con los años vemos que las decisiones tomadas en el pasado han traído poco progreso y mucho deterioro a las zonas que han sido forestadas con especies exóticas, las comunas donde las plantaciones campean se cuentan entre las más pobres y ahora, como resultado de esas plantaciones, también se cuentan entre aquellas donde el agua escasea y donde los camiones aljibe han pasado a formar parte del paisaje del verano.

28. octubre 2015 por mauriciopoo
Categorías: Agua y Bosque Nativo, Uncategorized | Deja un comentario

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