Catastrófica sequía en la IV Región
La agricultura en los valles de la IV región está sufriendo una debacle de proporciones, como consecuencia de la sequía que afecta a esa zona de Chile.
La sequía está causando estragos en los valles agrícolas de la IV región, Puedes leerlo en el siguiente enlace IV región, catastrófica sequía.
Podríamos habernos anticipado a esta situación si hubiesemos tomado conciencia de que el promedio de precipitaciones había comenzado a disminuir de manera importante, por lo menos desde hace 30 años. El promedio histórico anual de precipitaciones en La Serena «era» -hace alrededor de 40 años atrás- del orden de los 130 mm anuales, puedes verlo en el siguiente enlace Precipitaciones anuales históricas, sin embargo por alguna razon que desconozco pero que supongo tiene que ver con los protocolos que los meteorólogos ocupan para definir lo que es un año normal en lo referente a precitaciones y otros datos climáticos, el promedio anual «normal» de precipitaciones actualmente es de 78,5 mm, léelo en este otro enlace Precipitaciones anuales redefinidas.
Así tenemos que lo que se define actualmente como un año normal es del orden del 60% de lo que hace 40 años se entendía como un año normal. Actualmente un hipotético año con 100 mm en La Serena sería un año con un importante superávit, hace cuatro décadas hubiese sido un año con déficit de precipitaciones. Lo que vemos aquí es que el cambio climático comenzó antes de su partida oficial y el problema que se presenta cuando el monto de precipitaciones de un año normal va siendo ajustado a la baja, que es lo que ha pasado en La Serena y en practicamente todas las estaciones meteorológicas de Chile, es que no nos percatamos de que las precipitaciones están disminuyendo hasta que la catástrofe golpea a nuestras puertas, como está sucediendo actualmente.
Por otro lado al 20-06-2015, de acuerdo con www.meteochile.cl, teníamos en Santiago un acumulado anual de precipitaciones de 11,9 mm, este es un monto bajísimo, estamos casi a mitad de año y el monto de precipitaciones acumuladas es equivalente al promedio normal a esta fecha de ciudades como Copiapó y Vallenar, situadas en nuestro desierto de Atacama, el más arido del planeta.
Otro antecedente que corrobora que tenemos que tomar medidas de fondo respecto de la sequía es que tenemos incendios forestales a las puertas del invierno en la zona central, no recuerdo que esto haya sucedido antes en esta época, leélo a continuación: Incendio en Quintay, Incendio en Quilpué.
No solo en Chile escasea el agua, la siguiente noticia Reservas subterráneas de agua se agotan en el mundo da cuenta de que la escasez de agua dulce es un problema de orden mundial.
En base a lo anteriormente expuesto llamo a las autoridades chilenas a tomar serias medidas al respecto, la primera la creación de un «Ministerio de Recursos Hídricos» ya que, desde el punto de vista de su administración y gestión, el recurso agua en Chile se encuentra disperso entre diversas instancias administrativas. Otro punto importante sin duda es el fomento del bosque nativo, lo cual debe considerar el destinar recursos en cantidad acorde a la importancia que esto reviste, no pensemos que si seguimos como el primer año de la ley corta de bosque nativo en que se dispusieron US$8.000.000 para todo el país vamos a lograr algo, para un proyecto de esta envergadura esto es claramente insuficiente. Está comprobado que el incremento de bosque nativo impacta positivamente en los recursos hídricos, puedes leer estudios al respecto en los siguientes enlaces: Agua y Bosque Nativo y Extraordinario impacto sobre en los recursos hídricos tras reconversión a bosque nativo.
Por último y no menos importantes es la protección de los glaciares, sobre todo en las zonas desérticas y subdesérticas y no solo en los parques nacionales como se propuso (los glaciares dentro de parques nacionales en su mayor parte están en zonas de altas precipitaciones en la patagonia), el ritmo de los acontecimientos requiere tomar acción de manera decidida y rápida.
Son las autoridades las llamadas a implementar las políticas necesarias que apunten en la dirección correcta para sobrellevar el tremendo desafío que suponen la sequía y el cambio climático.
Si te perdieras en el desierto, estuvieras a punto de morir de sed y te ofrecieran elegir entre un bidón de agua limpia y 100 millones de dólares, ¿Elegirías vivir o morir? ¿Elegirías la cordura o la locura?, cuidemos el agua porque cuidar el agua es verdadera prosperidad.
