Acerca de la evasión en el transantiago

Vivimos en una sociedad deshumanizada donde en todos los estratos sociales se ve la desidia e indolencia para con los demás, ¿podemos cambiar la sociedad sin cambiar nosotros?

La evasión en el Transantiago ha llegado a cifras enormes, un fenómeno que no ha sido posible detener aunque tiende a disminuir, especialmente en los llamados «segmentos más bajos», Léelo aquí. Sorprende sin embargo el alto nivel de evasión del segmento ABC1, el de mayores ingresos, asimismo es el grupo donde la evasión «menos ha disminuido» siendo su evasión actualmente de un 19,8%, es decir casi uno de cada cinco viajes no son pagados por las personas de mejor situación económica, esto nos muestra claramente que la deshonestidad es un fenómeno que permea todos los estratos sociales.

En estos días en que las turbias relaciones existentes entre los grandes empresarios y la clase política copan los medios de comunicación, uno se puede hacer la reflexión de que la deshonestidad es parte de nuestra idiosincracia, cambian las personas en los cargos pero la deshonestidad sigue ahí, en cada grupo que llega al poder hay un subconjunto de personas que no viene a servir sino «a servirse». Hay un problema de fondo que requiere medidas profundas para sobreponernos, requerimos formar valóricamente a nuestra ciudadanía, debe reponerse la educación cívica en los colegios, la TV como un medio masivo podría transmitir valores y no estar al servicio de llenar nuestra cabeza de basura mediante la llamada «entretención»: Programas de copuchas, telenovelas fomes , un buen despliegue de potos, tetas, calugas, realitys, etc. Todo lo que sea sumar rating vale, así de simple, una gran sobredosis de basura.

Hace pocos días hubo el llamado «caceroleo ABC1» donde en los barrios más pudientes de Chile protestaron contra la delincuencia, claro que este es un flagelo transversal en nuestra sociedad y no solo afecta a los más acomodados, pero en este caso y dado que los dueños de los medios, quienes detentan el poder económico en Chile pertenecen a este segmento, yo los invito a reflexionar acerca del país que queremos y como construirlo conjuntamente, ¿Les parece una buena idea que los medios masivos promuevan los valores?, pero no desde el fanatismo ni desde las trincheras de cada uno tratando de obligar al otro a que adopte su forma de pensar, sino desde la promoción de la honradez y de la buena voluntad, ¿como es posible que haya gente que sube al metro lleno y no es capaz de sacarse la mochila y llevarla en la mano?, no les importa ir golpeando y empujando a los demás con su mochila. ¿Como es posible que en los microbuses haya gente parada en la mitad del pasillo que viendo que hay personas que no pueden subir porque no caben, no son capaces de desplazarse teniendo espacio, un par de metros hacia el fondo para que se suban esas otras personas que también van a estudiar, a trabajar o rumbo a sus hogares? A partir de los dos ejemplos anteriores podemos colegir que vivimos en una sociedad desconsiderada, independientemente del estrato socio económico del que estemos hablando.

Espero que en el caceroleo ABC1 no haya habido alguna persona de las que evaden el transantiago, porque sería una inconsecuencia protestar contra algo que forma parte de los propios hábitos: en este caso hablamos de la deshonestidad, guardando las proporciones pero deshonestidad al fin. Gandhi dijo «Se tu el cambio que quieres ver en el mundo», una frase llena de sentido. Si pretendemos que el mundo cambie sin que tengamos que cambiar nosotros, el mundo seguirá igual, si hemos tocado cacerolas contra la delincuencia y somos evasores del Transantiago, si queremos una sociedad más amable y no estamos dipuestos a poner nuestro grano de arena, si alguien cree que evadir no es también una forma de violencia, entonces llegó la hora de reflexionar.

14. julio 2015 por mauriciopoo
Categorías: Sociedad | 1 comentarios

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